miércoles, julio 18, 2007

LA SOLEDAD

Apareciste tan rápido que apenas me di cuenta, a paso lento pero de una forma tan violenta, te descubrí un día cuando al abrir la persiana no encontré esa ventana, que me daba luz cada mañana; desesperado esperaba lo que ni siquiera imaginaba; llegaste a mi lado y no estaba preparado, pero con paciencia me brindaste tu cuidado; renegaba por todo y a todos culpaba de lo que en ese momento pasaba, pero tu presencia me mostraba, que yo era el único culpable de lo que me enfadaba.

Sin importarme tu reputación, supiste llamar mi atención, al sacudir mi arrogancia que me mantenía en la ignorancia, sin un solo murmullo eliminaste mi orgullo, porque no logré escucharte, sólo sentirte, y eso bastó para aceptarte; porque me enseñaste a ver lo que había dentro de mi ser, porque al conocer más de mi interior dejé de sentirme superior, porque me hiciste madurar al despertar mi humildad, porque logré valorar cada paso al caminar y ver cada detalle de una forma espectacular; por ser un gran personaje, hoy te brindo este homenaje; gracias por tu lealtad, mi fiel compañera; la soledad.