Me encuentro cansado de vivir y convivir con la misma gente, quisiera abrir los ojos un día y ver algo diferente; no quiero mirar la sonrisa forzada de esa chica que se siente soñada, o el saludo fingido de aquél que por mala suerte se cruzó por mi camino. Ya no quiero tratar con esa persona que por temor a caer va arrastrándose por doquier; ya no quiero escuchar a esa gente que arroja veneno como serpiente; ¿Por qué tener que aguantar tanta hipocresía?, cuidarme de tanto buitre día con día. Hay eventos en mi historia que siguen intactos en la memoria; no des de qué hablar mi madre me decía; nunca le darás gusto a la gente, yo le respondía; y era el pleito de cada día, ella defendiendo su postura, yo la mía. Hoy quiero volver a empezar, conocer algo distinto, emborracharme con vino tinto; hacer lo que nunca haría, sentirme útil todavía. Despertar es lo que quiero, aunque por ese mismo mal siento que muero, por no poder aceptar lo que no está en mis manos cambiar. Por tal motivo no me debo preocupar, simplemente dejar pasar, ignorar y continuar; para poder enfrentar esta vida llena de muertos y de caminos inciertos; que me hace suponer que el mundo gira al revés; que la vida no es más que una comedia donde se ve la muerte como una tragedia; donde cada uno tiene su propia verdad, donde se refleja el amor en medio del mal, donde hay que vivir para morir, donde hay que sufrir para aprender, donde hay que crecer para madurar, donde hay que perder para valorar.
jueves, septiembre 10, 2009
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