Llegó el otoño y con él, muere un verano más; es momento de ver las hojas de los árboles caer; caminar sobre ellas y escuchar el crujir de las hojuelas; el señor árbol se despoja de sus ropas, tiene un compromiso con la naturaleza y no le importa ver mermada su belleza, deja caer sus hojas al suelo, para elevar sus ramas limpias al cielo, acepta con agrado tal acuerdo y con valor se desprende en cada hoja de un recuerdo, consciente está, que será para siempre; en plena mutación deja escapar lo que ya no tiene solución; se deja llevar por una transformación natural, y nos da un ejemplo de vida muy especial; nos enseña a desprendernos de lo material, de recuerdos que nos impiden evolucionar; si el pasado dejó de existir debo dejarlo ir, y el invierno con agrado recibir, pues el frió se encargará de destruir toda esta plaga, cauterizando la llaga que no me deja vivir, esta vez voy a sonreír y me voy a despedir de todo lo que me hace sufrir; voy a caminar contento y sin dudar, sabiendo que cuando una ventana se me cierra en la cara, se abren más de dos puertas con una vista más clara; demostrando una nueva voluntad abro los brazos a lo que está por llegar, dejo caer las hojas para sanar, simplemente me dejo llevar; es hora de madurar, es tiempo de perdonar, es momento de olvidar para volver a empezar, es la oportunidad de despertar al amor que está por anclar, y nuevas armas empuñar para volver a soñar.

YO TAMBIÉN MIENTO

Me divierten las personas que mienten con gran facilidad y suponen que han logrado convencerme, y es que todo es una farsa, el que diga que nunca ha mentido merece que lo quemen vivo; dicen que la confianza es como el dinero, difícil de ganar y fácil de perder; ojala que así fuera, porque el dinero va y viene, pero la confianza se va para siempre; la careta de sincero es tan frágil que de pronto deja al descubierto un embustero; no todo es lo que parece, vivimos en un mundo cargado de apariencias y no alcanzamos a medir las consecuencias; la verdad no existe, pues es un engaño más, creado por el ser más mentiroso sobre la faz de la tierra, que tras un antifaz predica la paz para levantarse en guerra, pues su inteligencia es sólo una apariencia más; no importa que la vida sea una farsa y que estemos rodeados de farsantes, lo peor es que somos parte del montón y las mentiras fluyen con tal precisión que en ocasiones nos conviene más escuchar una falacia, a enfrentar la amarga realidad; sin embargo la naturaleza nos brinda un enorme deseo por conocer la verdad, o por descubrir la mentira, aunque nos duela, pues es menos dolorosa una mentira al descubierto que fincar ilusiones en castillos de arena y descubrir que algunos sueños son nuestra propia condena; si la verdad absoluta no existe, la mentira total tampoco; parece mentira que la verdad no sea lo que pensamos y aún así la buscamos; mientras la mentira por un lado nos ilusiona, por el otro nos traiciona, si la mentira es la que siempre sale a la luz entonces la verdad es puro cuento, o cada uno con su verdad esta contento, pero no hagas mucho caso de esto que estas leyendo, porque no es cierto, pues yo también miento.