LA GRAN DIFERENCIA

No puedo decir como me sentía, sólo sé que más allá de mi nariz nada distinguía, pero todo estaba bien o al menos eso parecía, pues me acostumbre a vivir en esa rutina ingrata, que sin darme cuenta por poco me mata, en fase terminal me encontraba contagiado en cuerpo y alma de la maldita costumbre, a tal grado que me podía estar quemando y no sentir la lumbre. Anestesiado y sin esperar nada porque me faltaba todo, apareces optimista en mi mundo tan pequeño y egoísta, en este espacio que no cualquiera se atrevería a entrar, como iba a imaginar que tú en mi te ibas a fijar, y que en tan poco tiempo te ibas a encariñar, porque lograste ver lo que nadie vio, este amor reprimido lleno de polvo y maltratado, que se encontraba aquí atrapado, aunque un tanto desconfiado por un pasado que aún no está superado. Tu mirada le dio un toque especial a mi vida y cada cicatriz en mi, se fue borrando junto a ti; empecé a ver todo desde un enfoque diferente, no se si para bien, pero me siento muy bien; es que tu mereces lo mejor y tal vez lo mejor no sea yo, mas trataré de serlo porque esto puede ser el comienzo de una nueva vida; donde no pienso repetir los errores que marcaron mi pasado; porque quiero seguir a tu lado, porque me entiendes y me ayudas con tu gran inteligencia, por tus consejos y tu incansable paciencia; y es que ahora mi arco iris dejo de ser gris, hasta el rincón más oscuro emite un rayo de luz, abrir los ojos y admirar lo que la naturaleza nos viene a regalar, dónde estaba este paraíso terrenal, este despertar sin estrenar, esta pequeña experiencia que hace la gran diferencia.