ZONA DE CONFORT

Dicen los matemáticos que debemos perderle el miedo a las matemáticas simplemente porque son parte esencial de la vida misma, que el mundo se rige por ellas y que no existe nada que no las involucre y no dudo que tengan razón; la mayoría de los maestros de cálculo ven la vida con números y ecuaciones; recuerdo un maestro que tuve en el ITESM que decía que sus zapatos tenis sufrían un desgaste diferente si recorría la pista de atletismo en un sentido, con respecto al hacerlo en sentido contrario. ¿Quién se atreve a demostrar lo contrario?

Un ejemplo simple y cotidiano es cuando hablamos de límites, a veces decimos que todo tiene sus límites, quizá no lo vemos tan gráfico como lo verán algunos expertos en estadística o cálculo pero al hablar de límites, nos referimos a un rango donde podemos movernos con cierta libertad pero esos límites los fijamos nosotros mismos, cada uno tiene sus propias limitaciones sin embargo es aquí donde nos toca tener el valor de superarlas y darnos cuenta que los límites existen pero siempre serán imaginarios por lo que debemos ampliar ese rango para crecer como personas pero sobre todo como seres humanos.

En una gráfica de control lo mejor es mantenernos en la media, pero en la vida diaria esto nos hará mediocres y conformistas aquí lo que le da sentido a nuestra vida es acercarnos a esos límites, ver de que estamos hechos, tener el valor de enfrentarlos y superarlos, darnos cuenta hasta donde somos capaces de llegar y si en ocasiones caemos al limite inferior o en palabras cotidianas tocamos fondo, debemos sacar la casta y levantarnos, si no lo hacemos nosotros nadie lo hará por nosotros.

Arriésgate a superar esos límites, toma la firme decisión de vencer esas limitaciones que solo están en tu mente y no te permiten avanzar, busca la forma de convertir tus debilidades en fortalezas y decídete a salir de esa zona de confort.