UNA HISTORIA SIMILAR

Que difícil olvidar el día, mucho menos el lugar, donde en esta vida nos volvemos a encontrar, fue un encuentro sorprendente, pues tu imagen se encontraba tatuada en mi mente; tu belleza encandilaba y fue tanta mi sorpresa que no pude mantenerte fija la mirada, creo que me puse nervioso pero me sentí orgulloso de encontrar a la dama, por la que mi alma gritaba, aunque te fuiste de prisa jamás olvidé esa sonrisa; me resulto familiar esa presencia, en contraste con tu gran inteligencia; fue un encuentro entre dos almas, un instante memorable, quizá un déjà vu, o algo así de inexplicable; consciente estoy que no soy lo que ambicionas, pero nuestras almas despertaron las neuronas, de esta confianza perdida que parecía sin salida, de esa esperanza frustrada de encontrar la compañía que en la última batalla, ambos perdimos un día, dando la gran bienvenida a esta soledad injusta que nos mantiene atrapados y que a veces nos asusta; porque la experiencia dice que debemos desconfiar, cada uno en su sitio, cada uno en su lugar, en ese recinto olvidado sin atrevernos a amar, porque el corazón no logra sus heridas remendar, y este peligro inminente de volver a fracasar, no permite que tu mente se logre recuperar y aunque no quieras pensar, ese fantasma te impide darle vuelo a la pasión, negándote a tener, una nueva relación; sin embargo ese pasado que tal vez te hizo llorar hoy se puede convertir en la base medular para no volver a vivir una historia similar.