La vista intenta imaginar lo que los ojos no pueden mirar, el tacto quiere palpar lo que las manos no alcanzan a tocar, el oído pretende escuchar lo que el tímpano aturdido no logra descifrar, los sentidos se manifiestan cada uno en su lugar, pretenden gritar lo que la boca reprimida no se atreve a hablar, la creatividad no da crédito a otro poema inédito, la memoria custodiada por la historia no se atreve a actuar; el organismo se ha manifestado, exige justicia al cerebro anestesiado; cada sentido vital anuncia que aún hay vida, tratando de encontrar una salida; mi cuerpo entra en conflicto cual si fuera un drogadicto, y es que lo soy, pues me convertí en adicto a lo que tenía y ya no tengo, a lo que perdí y por ello me lamento; sin embargo hasta ahora lo entiendo; que la felicidad no depende de lo que me falta ni de lo que obtengo; sino que es el motivo por el cual me mantengo en esta guerra cotidiana, entre mis sueños y esta mente tan villana, que me eleva hasta el cielo en mi imaginación, y en cuanto entra la razón, me deja caer al suelo sin compasión; ya no necesito una explicación, pues todo se debe a mi afanosa búsqueda por encontrar la felicidad en un mundo exterior, cuando mi planeta es mucho mejor y todo lo que busco se encuentra aquí, en mi interior.
viernes, septiembre 19, 2008
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1 comentario:
Hola, cierto, todo lo que buscas esta en ti, solo hay que saber buscar y las respuestas obtendras, saludos desde Monterrey N L.
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