Un grito de dolor se escuchó en el exterior, la paz que aquél lecho me brindaba, un día como hoy se terminaba; la naturaleza se empeñó en traerme al mundo y a mi madre le parecía eterno cada segundo; en cada grito de dolor, se ocultaba un poco de su amor; trataba de empujarme hacia la vida, obligándome a dejar esa guarida; mientras yo peleaba por no abandonar mi lugar, pero no me iban a preguntar, era el momento de nacer y desprenderme del ser que durante nueve meses me permitió crecer; de pronto llegó aquél llanto que daba fin a la labor de parto, y desde ese momento no he dejado de aprender, pues esa es la misión que vinimos a ejercer; porque esta permitido caer, mas no dejarse vencer; las decisiones que he tomado hasta el día de hoy me tienen en el lugar en donde estoy; no me arrepiento de nada, pues todo se me ha dado; y si la vida de pronto parece pesada la acepto con agrado, ya que cuando más mal la he pasado es porque yo me lo he buscado; cierto es que hay cosas que de mi no van a depender, mas de mis actos voy a responder; he cometido muchos errores y no he superado del todo mis temores, pero mi corazón no guarda rencores; jamás he sido bueno para ser malo, aún soy un niño y espero un regalo, simplemente sigo siendo igual que siempre.
1 comentario:
Un día especial... un pensamiento especial... definitivamente un chico sin igual... Sonríe
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