Caminaba por ahí sin un rumbo definido, en la búsqueda inconciente del amor, o algo parecido, de pronto no se porque me detuve en aquel lugar, sin imaginar que estaba frente a mi un diamante, o algo semejante; como por inercia me acerqué y sin voltear a verte con un pretexto te abordé, al mirarte ya de cerca me sorprendió esa mirada que transmite fortaleza y deja al descubierto tu franqueza; quise voltear hacia otro lugar, pero me quedé pasmado, como una estatua de sal, o algo similar; cómo dejar de ver esos ojos color turquesa, dignas joyas de una princesa; en verdad que la naturaleza cuando los formó, no escatimó; encontrarte fue un regalo divino, pues al estar a tu lado mi entorno se iluminó, mi corazón despertó y mi cuerpo se estremeció; porque aún sin conocerte, ya era un gran regalo verte; en tus ojos descubrí la luz del sol, en tu mirar se refleja el misterio del mar; en tu piel la suavidad asombrosa del pétalo de una rosa; tu sinceridad al hablar me permite volver a confiar; es como si fueras esa pieza que al final, arma el rompecabezas que no podía completar; conoces mi pasado y donde estoy, sabes el camino por el que voy y me aceptas como soy; es por eso que valoro tanto tu compañía, aprecio tu cariño y amistad, respeto tu libertad, y sobre todo agradezco tu sinceridad.
viernes, abril 17, 2009
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2 comentarios:
Maravilloso, realmente maravilloso, también noto sinceridad en la forma que vos te sentís cuando la ves...
Saludos
Lindo pensamiento, como siempre tus pensamientos estan llenos de amor, amistad y lo mas importante un sincero sentimiento... para ti mi mas sincero sentimiento.
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