UNA VIDA DIFERENTE

Somos como una oruga en un inmenso paisaje, a paso de tortuga y en constante aprendizaje, dejando atrás un pasado para olvidar, o tal vez con gusto recordar, pues para bien o para mal, algo nos vino a enseñar. Porque ya no soy el mismo de ayer, no sólo mi aspecto físico es diferente, sino también mi mente; he dado un giro total, simplemente, ya no soy igual; así como las víboras cambian de piel, el ser humano también, ahora que recuerdo bien, creo haber visto por ahí a cierta gente, muy parecida a la serpiente, personas sin oficio ni beneficio, que gozan cuando la reputación de su prójimo destrozan. Cuando todo sea diferente a esto que tengo, cuando mi corazón ya no sienta lo que ahora siento, debo ser valiente y aceptarlo rápidamente; un final definitivo puede ser el resultado de pequeños finales que dan por terminada una relación, esos instantes donde se perdió el respeto y tu corazón se fue haciendo de concreto; por dejar todo en manos de la rutina, por no encontrar un detalle que sirva de medicina; es por eso que todo termina, pues nada es para siempre; llegará un día en que mi todo se convertirá en nada y la nada será todo lo que me quede, pero debo tener presente que en la balanza general siempre habrá cierta ganancia que debo recordar; sin tiempo que perder, es el momento de empezar, esta vez hay que cuidar cada paso al caminar, ya no se vale fracasar, hoy sé que no existe un final como tal, aún tengo aire para respirar y si de pronto hasta el aire me faltara, la misma muerte será el inicio de una vida diferente.