La niñez tiene una característica muy especial, algo muy valioso que no debí perder jamás, la sencillez e inocencia, las que marcaron la pauta para de niño soñar con ser astronauta, nada es imposible cuando se tiene un gran corazón y un poco de imaginación, sin embargo tenía que crecer, seguir aprendiendo mientras mi inocencia se iba extinguiendo; mi sueño de astronauta se desmorono y el niño que vivía en mi, me abandono; durante la adolescencia me entere que la luna no es de queso y la humanidad me hizo preso de este mundo lleno de apariencias; no recuerdo cuando fue que en busca del amor sólo encontré rencor, buscando honestidad encontré la falsedad, en busca de la paz sólo encontré un antifaz, buscando ser humano me convertí en un tirano y buscando placer comencé a envejecer dejando atrás aquel viaje a Marte que de niño quise hacer; cuando fue que en busca de la excelencia perdí lo más valioso de mi ser; la inocencia.
domingo, enero 21, 2007
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2 comentarios:
Uno deja de ser niño cuando quiere.
Mi sueño de ser doctora no se fue a marte, ni perdi la incencia al enterarme del trafico de organos y lo demas que sale mencionar. Mi inocencia esta ahí, busca la tuya
Siempre queda un poco de inocencia. Yo en éste mundo ingrato, me refugio y sueño que vuelo, que respiro bajo el agua y que viajo a marte. Y así nadie entiende de por qué, pese a todo siempre tengo una sonrisa en los labios.
Busque su inocencia y sea feliz, vuele y crea.
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