Todos en algún momento de nuestra vida nos ha tocado vivir experiencias tan desagradables que a veces nos motivan a buscar ayuda espiritual, tal vez un accidente, una cirugía, la enfermedad de alguien muy cercano o el sufrimiento de perder a un ser querido; es increíble como la muerte logra reunir a tantas personas; llegan amigos y familiares para darle el último adiós a la persona fallecida; lo que nadie hizo, ni dio en vida; ese día esta dispuesto a darlo por completo. En ese momento, cuando sentimos la necesidad de un apoyo espiritual, es quizá muy fácil recordar los diez mandamientos de la ley de Dios, o al menos uno de ellos ya que son los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y revelan obligaciones bastante graves; por tal motivo no debemos ignorarlos. Después de analizar un poco este decálogo me atrevo a decir que hay uno que involucra a los demás, este es el “SEXTO” mandamiento, que se refiere a no cometer actos impuros, dicho de otro modo, no cometer adulterio. Al faltar a este mandamiento estamos faltando a los otros nueve, o sea que le estamos dando al traste a “TODOS”, va una breve explicación al respecto.
1º Amar a un solo Dios sobre todas las cosas y al prójimo, como a ti mismo.- Al cometer adulterio se pierde el amor al prójimo y por ende el amor a Dios.
2º No jurar el nombre de Dios en vano.- Al cometer adulterio faltamos al juramento que hicimos frente al altar.
3º Santificar las fiestas.- Este mandamiento se refiere a olvidarnos de nuestras obligaciones por un día y dedicar a Dios los días festivos, pero al cometer adulterio con que cara asistes a la presencia de Dios vivo.
4º Honrar padre y madre.- Al cometer adulterio nuestros padres se sentirán avergonzados de nosotros.
5º No mataras.- No sólo se mata físicamente, también moralmente y el dolor de sentirse engañado o engañada es mortal.
7º No robaras.- Al cometer adulterio le robamos a alguien lo que le pertenece y abusamos de nuestro cuerpo sabiendo que no es nuestro.
8º No mentir.- En pocas palabras no existe adulterio sin mentira.
9º No desear la mujer ajena.- Al cometer adulterio este mandamiento ya fue pisoteado doblemente.
10º No codiciar las cosas ajenas.- Porque la codicia tiene su origen en la fornicación, que no es otra cosa que el deseo carnal.
Fuera de la religión que cada uno profese, todos tenemos una conciencia que nos permite distinguir lo bueno de lo malo; por lo que siendo objetivos y sinceros coincidiremos en muchos aspectos, sin embargo no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere escuchar.
1º Amar a un solo Dios sobre todas las cosas y al prójimo, como a ti mismo.- Al cometer adulterio se pierde el amor al prójimo y por ende el amor a Dios.
2º No jurar el nombre de Dios en vano.- Al cometer adulterio faltamos al juramento que hicimos frente al altar.
3º Santificar las fiestas.- Este mandamiento se refiere a olvidarnos de nuestras obligaciones por un día y dedicar a Dios los días festivos, pero al cometer adulterio con que cara asistes a la presencia de Dios vivo.
4º Honrar padre y madre.- Al cometer adulterio nuestros padres se sentirán avergonzados de nosotros.
5º No mataras.- No sólo se mata físicamente, también moralmente y el dolor de sentirse engañado o engañada es mortal.
7º No robaras.- Al cometer adulterio le robamos a alguien lo que le pertenece y abusamos de nuestro cuerpo sabiendo que no es nuestro.
8º No mentir.- En pocas palabras no existe adulterio sin mentira.
9º No desear la mujer ajena.- Al cometer adulterio este mandamiento ya fue pisoteado doblemente.
10º No codiciar las cosas ajenas.- Porque la codicia tiene su origen en la fornicación, que no es otra cosa que el deseo carnal.
Fuera de la religión que cada uno profese, todos tenemos una conciencia que nos permite distinguir lo bueno de lo malo; por lo que siendo objetivos y sinceros coincidiremos en muchos aspectos, sin embargo no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere escuchar.
2 comentarios:
Checa tu email, en esta mierda no cabe mucho texto y a mi me encanta hablar de mas.
Y por cierto como saben estos pendejos que soy anonimo, le atinaron.
Eduardo
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